LOS SANFERMINES QUE HA VIVIDO EL GRAN HOTEL LA PERLA

DESDE 1881 HASTA LA ACTUALIDAD

FIESTAS DE SAN FERMÍN 1912


         Estamos ante las fiestas mas largas de todo el siglo XX, y también unas de las más especiales. El programa de festejos de este año era una fusión de actos y acontecimientos entre los que además de las propias fiestas en sí, se incluían la celebración de la VI Semana Social (que comenzó el 27 de junio), la Gran Semana de Aviación, el Congreso de Viticultura, el Gran Concurso Hípico y... nada menos, que el VII Centenario de la Batalla de las Navas de Tolosa, que sirvió también para conmemorar los setecientos años del escudo de Navarra. Es así como las fiestas de 1912 duraron, como quien dice, un mes; y no hay que olvidar que cada uno de estos acontecimientos iba adornado de numerosos festejos populares,  llegando a celebrarse la quinta, y última, corrida de toros el día 21. Un mes de fiestas es demasiado, y solo se puede tolerar cada setecientos años, decía después “El Pensamiento Navarro” quejándose de lo maltrechos y vacíos que se habían quedado los bolsillos.

         A esta anormalidad de programa festivo hay que añadir la presencia del rey Alfonso XIII, que llegó a Pamplona el 16 de Julio para dar más realce a los actos que la Diputación Foral había organizado para conmemorar aquella gloriosa victoria del rey Sancho VII El Fuerte.
         Otra anormalidad, y esta si que no entraba en el programa, fue una inoportuna huelga de panaderos de la que, pese a contar con el boicot informativo de los medios, se supo que contó con la participación de al menos 50 obreros del gremio.

         Frente a todo el programa de pomposos acontecimientos que se ofertaban, el pamplones tenía oportunidad también de asistir a partidos de pelota, a partidos de foot-ball, a la carrera ciclista, o a cualquiera de los espectáculos que se ofrecía en el Teatro Gayarre, en el Salón Novedades y en el Circo Feijóo, o a las proyecciones cinematográficas que ofrecían los cines Actualidades, Rocamora y Montero. Y por si todo esto no fuese suficiente, las Escuelas de San Francisco alojaban una interesante Exposición Fotográfica sobre temas vasco navarros.

         En lo que ha corridas de toros se refiere olvídense ustedes de lo que anunciaba el programa oficial. El reparto definitivo fue el siguiente. 1ª corrida: Punteret, Pastor y Bienvenida, con toros de la ganadería de Gamero Cívico; 2ª corrida: Pastor, Gallito y Cocherito, con toros de la Viuda de Murube; 3ª corrida: Pastor, Gallo y Cocherito, con toros de la ganadería de Concha Sierra; 4ª corrida: Pastor, Cocherito de Bilbao y Chiquito de Begoña, con reses de Guadalets; 5ª corrida: Minuto, Machaquito y Bienvenida, con toros de la ganadería de Fernando Parladé; y la corrida de prueba: Pastor y Cocherito, con morlacos del Marqués de Villagodio.
         Al margen de todos los cambios que sufrió el cartel, lo más llamativo es el retorno de la ganadería de Concha Sierra, que no había vuelto a Pamplona desde 1898, año éste en que sus toros protagonizaron una espectacular fuga.

         1912 fue también un año de estrenos. Así pues los gigantes y cabezudos estrenaron nuevos uniformes, obra del maestro Fraile, confeccionados con arreglo a los últimos lamentos que ha lanzado la moda. La Reina Europea tuvo también, como es lógico, un nuevo ramo de flores, acorde con su nueva indumentaria. Desde Barcelona llegaron también dos kilikis (Napoleón y Patata) y dos nuevos zaldikos para reforzar la comparsa. Maceros y timbaleros lucieron también nuevos uniformes.
         La ciudad estrenó la nueva Plaza de San Francisco, que en ediciones anteriores lucía un letrero que decía “Plaza en urbanización”; este año los forasteros se encontraron con una plaza a estrenar, en la que se exhibía, sobre pedestal, la estatua de Ceres, más conocida como la Mari Blanca, rodeada ésta de jardincillos y custodiada por dos esbeltas farolas.



PINCELADAS

Alcalde.- D. Joaquín Viñas.

Horario.- Encierro: 6 de la mañana. Corrida de toros: 4’30 de la tarde.

Programas.- De los actos de este año se llegaron a editar, al menos, cuatro programas diferentes. Uno de ellos era el programa oficial del Ayuntamiento; un segundo programa, comercial, se ofrecía como guía y programa oficial de las fiestas de San Fermín y de los actos del VII Centenario (editado por la Imprenta Alemana, de Madrid); el tercero era un programa exclusivamente sobre los actos del VII Centenario de la batalla de las Navas de Tolosa (editado por el impresor Eduardo Arras, de Madrid); y el cuarto, era un programa editado por los señores Santo y Gargallo, de Pamplona.

Cinema Actualidades.- Esta nueva empresa se dedicó a impresionar (grabar) todos los actos festivos, para proyectarlos cada día en su salón cinematográfico. Los pamploneses pudieron ver aquél año bonitos documentales sobre la inauguración del restaurante Besta Jira, el desencajonamiento de las diferentes ganaderías, las vísperas, la procesión, el encierro, las corridas, la llegada del rey, y un largo etcétera.

Incendio en un sombrero.- Con objeto de que no se repita el caso, conviene encargar al conductor del cezenzusko no lleve el toro de fuego por el paseo principal. La última noche se incendió el sombrero de una señorita que se hallaba en el Paseo por haberle alcanzado una chispa del cezenzusko. Que vaya éste por el centro de la Plaza del Castillo, en cuyo lugar como el público está de pie y se apercibe de la llegada del toro de fuego puede apartarse, pero en el paseo no es natural que el público que está sentado crea que al conductor del toro le va a dar la funesta ocurrencia de obligarle a abandonar el asiento y echarse a correr. A causa del hecho que apuntamos la noche a que hacemos referencia, se desmayó una señorita forastera. Que no se repita el caso. (“El Pensamiento Navarro”, 12 de Julio de 1912).